Es posible heredar información digital almacenada en la nube, archivos en tu correo electrónico, derechos digitales o bienes digitales como criptomonedas, cuentas en Netflix, etc. Incluso algunos perfiles de redes sociales pueden ser importantes, debido a que son monetizables por la cantidad de seguidores.
En este sentido, un testamento digital se vuelve sumamente importante para resguardar la información en un apéndice de un testamento tradicional, almacenando correos electrónicos, dominios web, información, fotografías, contraseñas etc.
Utilizando un testamento digital el usuario puede nombrar a un ejecutor, a quien se le proporcione toda la información, accediendo a los derechos digitales, según las indicaciones de la persona que realiza el testamento.
En el testamento se puede especificar si el ejecutor puede ser titular de los bienes digitales, si puede disponer de ellos, o bien, distribuirlos de acuerdo al testamento. Si no se especifica qué se debe de hacer con la información almacenada, el albacea puede optar por eliminar los datos de las instituciones públicas o privadas.
A partir de un testamento digital, la persona que realiza el testamento puede elegir qué es lo que se debe de hacer con sus datos como por ejemplo cancelarlos, conservarlos o remitirlos a sus familiares. También se indica quienes deben de ser los encargados de realizar estas gestiones, y para hacerlo en el testamento se juntan las contraseñas y los nombres de usuario para que se pueda acceder a ellos.
Quizás no parezca importante tener un respaldo de nuestra información digital, pero hoy en día todo lo que hacemos deja una huella digital. Piensa en los datos que tienes almacenados en tu computadora o en aquellos servicios en la nube registrados.
Quizás en cuánto valor lo primero que se te venga a la cabeza son esas Criptomonedas o tu monedero digital, un NFT que has comprado últimamente u otros activos como terrenos en el Metaverso, etc.
Pero no solamente hablamos de activos digitales que tengan un valor en la realidad, sino que incluso tu colección de películas, los juegos que hayas comprado en plataformas digitales, el contenido de ocio acumulado durante tu vida, o bien tus servicios de cuentas digitales como Dropbox o Google Drive, dónde almacenas tus fotos y videos con alta carga emocional.
Sin duda estos elementos tienen un valor más allá de lo económico, pueden ser los recuerdos que tus seres queridos usen para acordarse de ti. En este sentido, un testamento digital funciona para almacenar datos de:
– Cuentas de correos y contraseñas
– Redes sociales
– Información bancaria y de Criptomonedas
– Contenido personal
– Suscripciones
– Servicios Online